3 de abril de 2015

El machismo mata; la complicidad remata.

El pasado miércoles, el twitter de la Guardia Civil publicaba un mensaje en el que se leía: “Tolerancia cero al maltrato en todas sus formas y variantes”, acompañado de dos imágenes. Una, sacada de antigua campaña oficial contra la violencia de género en la que vemos a un hombre y la frase “Cuando maltratas a una mujer dejas de ser un hombre”.

Podríamos hablar de lo acertado o no de la campaña en cuestión -¿qué se entiende por “ser un hombre”?, si los maltratadores no son hombres, ¿qué son entonces?- pero lo que ha desatado la polémica ha sido la otra imagen incluida en el tweet. Se trata de un montaje de la primera, pero en este caso vemos a una mujer y el texto “Cuando maltratas a un hombre dejas de ser mujer”.

No tardaron en llegar las críticas por parte de personas formadas en el tema, así como los aplausos de quienes, mostrando un total desconocimiento, interpretaron el mensaje como algo positivo y que contribuía a la lucha por la igualdad.

Pero, ¿por qué el mensaje en cuestión es un error gravísimo por parte de la Guardia Civil?

En primer lugar, conviene dejar claro qué es la violencia de género. "Se trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión" (http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/QueEs/Docs/LEY_ORGANICA_1_2004contraviolencia.pdf )

Es decir, la violencia de género es aquella cometida por los hombres sobre las mujeres como consecuencia del sistema social (patriarcado) que privilegia que a éstos, considerándolos superiores a las mujeres. Este sistema a la inversa no existe, y es por eso que sólo se considera violencia de género aquella que se produce de hombres a mujeres. Es por esto mismo por lo que un hombre no será atendido si llama al 016 (recordemos, teléfono para las víctimas de VIOLENCIA DE GÉNERO). Deberá llamar a la policía, tal y como lo haría una mujer que, por ejemplo, hubiera sido agredida por un desconocido.

Con su mensaje, la Guardia Civil está cayendo en el tremendo error de equiparar la violencia de género con otro tipo de violencia, lo que provoca confusión e invisibiliza la opresión que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.

¿Hay mujeres que maltratan? Por supuesto. Nadie niega eso. Pero no lo hacen amparándose en una posición de privilegio que la sociedad les otorga. Es un problema distinto, con una base distinta y, por tanto, necesita tratamiento y soluciones distintas.

Para entenderlo mejor, pensemos en una campaña contra el racismo. Imaginemos el mensaje “Tolerancia cero al racismo en todas sus formas”. Imaginemos también que ese mensaje se acompaña de dos fotos: en una aparece una persona blanca agrediendo a una que no lo es, y en la otra una persona negra agrediendo a una blanca. Resulta ridículo solo imaginarlo, ¿verdad? Supondría que se está igualando una violencia con otra. Se estaría equiparando la violencia provocada por un sistema que otorga una posición de privilegio a las personas de raza blanca frente al resto de razas, con casos totalmente aislados y que no responden a la misma causa, por lo que, aun siendo igual de condenable, no es un problema social.

Otro ejemplo. “No a la violencia contra personas LGTB ni contra heterosexuales”. Lo dicho, ridículo y muy, muy peligroso el mensaje que transmitiría.

¿Significa esto que unas víctimas sean más importantes que otras? ¿Significa que no nos importan los asesinatos de hombres? Obviamente no. Este argumento sólo se da en las mentes más retorcidas que lo único que buscan es desprestigiar el feminismo. A estos adalides de la no violencia, sin embargo, suele importarles poco el hecho de que el 95% de los asesinatos que se producen en el mundo son cometidos por hombres. A ellos, curiosamente, lo que les aterra es el feminismo.

Por tanto, queremos dejar claro una vez más que lo único que se pide es que no se trate la violencia contra las mujeres como un tipo de violencia más porque, como se ha explicado, no lo es. La raíz del problema es muy profunda y con hechos como este se agrava aún más.  

Resulta desconcertante que quienes, se supone, deben dar ejemplo a la sociedad, demuestren este total desconocimiento sobre la violencia de género (cabe mencionar que en la “rectificación” que se produjo varias- demasiadas- horas después, la G.C vuelve a equivocarse, pues habla de violencia doméstica y no de género) y sobre la sensibilización ante ella. Y, sobre todo, aterra pensar que personas como el autor de ese tweet puedan ser las encargadas de atender a mujeres maltratadas.

¿Cuántos maltratadores se habrán sentido reforzados en su actitud con este mensaje? Y, lo que es peor, ¿cuántas mujeres habrán perdido la confianza en quienes se supone que iban a ayudarlas y protegerlas, desistiendo de denunciar a su maltratador?

Todo esto ha ocurrido en una semana en la que 6 mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Por supuesto, como casi siempre, han pasado desapercibidas.

Este ha sido el enésimo capítulo protagonizado por aquellos que ven y pretenden hacer ver el feminismo como algo que les hará perder privilegios, y no como un movimiento totalmente necesario (por desgracia) para lograr un beneficio común a toda la sociedad, como es la igualdad.


En nuestro camino ha habido, hay y seguirá habiendo muchos obstáculos. Demasiados. Pero, que no os quepa duda: por nuestra parte, NI UN PASO ATRÁS.