El pasado miércoles, el twitter
de la Guardia Civil publicaba un mensaje en el que se leía: “Tolerancia cero al
maltrato en todas sus formas y variantes”, acompañado de dos imágenes. Una, sacada
de antigua campaña oficial contra la violencia de género en la que vemos a un
hombre y la frase “Cuando maltratas a una mujer dejas de ser un hombre”.
Podríamos hablar de lo acertado o
no de la campaña en cuestión -¿qué se entiende por “ser un hombre”?, si los
maltratadores no son hombres, ¿qué son entonces?- pero lo que ha desatado la
polémica ha sido la otra imagen incluida en el tweet. Se trata de un montaje de
la primera, pero en este caso vemos a una mujer y el texto “Cuando maltratas a
un hombre dejas de ser mujer”.
No tardaron en llegar las
críticas por parte de personas formadas en el tema, así como los aplausos de
quienes, mostrando un total desconocimiento, interpretaron el mensaje como algo
positivo y que contribuía a la lucha por la igualdad.
Pero, ¿por qué el mensaje en
cuestión es un error gravísimo por parte de la Guardia Civil?
En primer lugar, conviene dejar
claro qué es la violencia de género. "Se
trata de una violencia que se dirige sobre las mujeres por el hecho mismo de
serlo, por ser consideradas, por sus agresores, carentes de los derechos
mínimos de libertad, respeto y capacidad de decisión" (http://www.msssi.gob.es/ssi/violenciaGenero/QueEs/Docs/LEY_ORGANICA_1_2004contraviolencia.pdf
)
Es decir, la violencia de género
es aquella cometida por los hombres sobre las mujeres como consecuencia del
sistema social (patriarcado) que privilegia que a éstos, considerándolos
superiores a las mujeres. Este sistema a la inversa no existe, y es por eso que
sólo se considera violencia de género aquella que se produce de hombres a
mujeres. Es por esto mismo por lo que un hombre no será atendido si llama al
016 (recordemos, teléfono para las víctimas de VIOLENCIA DE GÉNERO). Deberá llamar
a la policía, tal y como lo haría una mujer que, por ejemplo, hubiera sido
agredida por un desconocido.
Con su mensaje, la Guardia Civil
está cayendo en el tremendo error de equiparar la violencia de género con otro
tipo de violencia, lo que provoca confusión e invisibiliza la opresión que
sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.
¿Hay mujeres que maltratan? Por
supuesto. Nadie niega eso. Pero no lo hacen amparándose en una posición de
privilegio que la sociedad les otorga. Es un problema distinto, con una base
distinta y, por tanto, necesita tratamiento y soluciones distintas.
Para entenderlo mejor, pensemos
en una campaña contra el racismo. Imaginemos el mensaje “Tolerancia cero al
racismo en todas sus formas”. Imaginemos también que ese mensaje se acompaña de
dos fotos: en una aparece una persona blanca agrediendo a una que no lo es, y en
la otra una persona negra agrediendo a una blanca. Resulta ridículo solo
imaginarlo, ¿verdad? Supondría que se está igualando una violencia con otra. Se
estaría equiparando la violencia provocada por un sistema que otorga una
posición de privilegio a las personas de raza blanca frente al resto de razas,
con casos totalmente aislados y que no responden a la misma causa, por lo que,
aun siendo igual de condenable, no es un problema social.
Otro ejemplo. “No a la violencia
contra personas LGTB ni contra heterosexuales”. Lo dicho, ridículo y muy, muy
peligroso el mensaje que transmitiría.
¿Significa esto que unas víctimas
sean más importantes que otras? ¿Significa que no nos importan los asesinatos
de hombres? Obviamente no. Este argumento sólo se da en las mentes más
retorcidas que lo único que buscan es desprestigiar el feminismo. A estos
adalides de la no violencia, sin embargo, suele importarles poco el hecho de
que el 95% de los asesinatos que se producen en el mundo son cometidos por
hombres. A ellos, curiosamente, lo que les aterra es el feminismo.
Por tanto, queremos dejar claro
una vez más que lo único que se pide es que no se trate la violencia contra las
mujeres como un tipo de violencia más porque, como se ha explicado, no lo es.
La raíz del problema es muy profunda y con hechos como este se agrava aún más.
Resulta desconcertante que
quienes, se supone, deben dar ejemplo a la sociedad, demuestren este total
desconocimiento sobre la violencia de género (cabe mencionar que en la “rectificación”
que se produjo varias- demasiadas- horas después, la G.C vuelve a equivocarse,
pues habla de violencia doméstica y no de género) y sobre la sensibilización ante ella. Y, sobre todo, aterra pensar que personas como el autor de ese tweet puedan ser las encargadas de atender a mujeres maltratadas.
¿Cuántos maltratadores se habrán
sentido reforzados en su actitud con este mensaje? Y, lo que es peor, ¿cuántas
mujeres habrán perdido la confianza en quienes se supone que iban a ayudarlas y
protegerlas, desistiendo de denunciar a su maltratador?
Todo esto ha ocurrido en una
semana en la que 6 mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Por supuesto,
como casi siempre, han pasado desapercibidas.
Este ha sido el enésimo capítulo
protagonizado por aquellos que ven y pretenden hacer ver el feminismo como algo
que les hará perder privilegios, y no como un movimiento totalmente necesario
(por desgracia) para lograr un beneficio común a toda la sociedad, como es la
igualdad.
En nuestro camino ha habido, hay
y seguirá habiendo muchos obstáculos. Demasiados. Pero, que no os quepa duda:
por nuestra parte, NI UN PASO ATRÁS.